Nueva Ruta de la Seda de granos y aceite abriga los corazones

Autor: Song Ran (China)

Durante la dinastía Han del Oeste, Zhang Qian, emisario imperial y extraordinario explorador, realizó dos importantes viajes en 140 a. C. y en 119 a. C. Partió desde Chang’an, una antigua ciudad en el noroeste de China y capital de la dinastía, para franquear rutas de Oriente a Occidente. En su misión, Zhang Qian desafió a los elementos y enfrentó todo tipo de pruebas y penalidades. Comenzó así una tradición de intercambios transfronterizos, al traer plantas como nueces, uvas, granadas, habas y alfalfa de las regiones al occidente de China, al tiempo que introdujo el karez, un ingenioso sistema de irrigación subterránea de la dinastía Han, seda, té y técnicas de fundición de hierro a Sogdiana y Dayuan, dos antiguos estados en Asia Central, e incluso hasta los más lejanos Imperios parto y romano.

Los dos viajes de hace más de 2.000 años sentaron las bases de la Ruta de la Seda, que conectaba Asia, Europa y África, componiendo así una espectacular pintura de intercambios comerciales y culturales entre China y otros países. Hoy la cooperación agrícola y el comercio han vuelto a acercar a Xi’an, antiguamente conocida como Chang’an y actualmente capital de la provincia de Shaanxi, y a la provincia de Kazajistán Septentrional en Kazajistán.


Estatuas de una caravana comercial de la Ruta de la Seda en Xi’an, China

Potenciando juntos la velocidad de Aiju

A principios del invierno de 2016, se alzaba en perfecto orden una moderna planta de procesamiento de aceite en la vasta provincia de Kazajistán Septentrional, compuesta por instalaciones como una alta torre de secado, un amplio almacén de materias primas, un taller de prensado con equipos modernos, un almacén de tortas de aceite y un taller de tanques de aceite.

Esta es la primera fase del proyecto del parque de procesamiento agroindustrial y de logística construido conjuntamente por la compañía Xi’an Aiju Grain and Oil Industry Group (en lo sucesivo Aiju) y sus socios kazajos. El parque es un importante centro logístico para el comercio entre China y Kazajistán, así como la base de Aiju para la producción y el comercio transnacionales.


El Parque de Logística y Procesamiento Agroindustrial Aiju en Kazajistán

Dentro del país, ocupa la provincia de Kazajistán Septentrional y otras provincias colindantes, y fuera de Kazajistán se conecta con áreas de la llanura de Siberia occidental, donde se producen bienes agrícolas de alta calidad, para importar materias primas como trigo y colza desde países como Rusia y Uzbekistán.

En menos de medio año se construyó y se puso en funcionamiento esta planta, que tiene una producción anual diseñada de 300.000 toneladas de cultivos oleaginosos procesados. Construir una planta con estas características por lo general requiere dos años. Además de la rapidez de construcción, el proyecto también aumentó la cohesión social y trajo abundantes beneficios, sorprendiendo gratamente al gobierno de la provincia de Kazajistán Septentrional con su “velocidad Aiju”.

La velocidad de Aiju no se materializó de un día para otro. La rápida construcción fue el resultado de la cooperación entre los pueblos de China y de Kazajistán, que superaron muchas dificultades. Por ejemplo, cuando se estaba construyendo el taller de prensado, la provincia de Kazajistán Septentrional atravesaba un verano lluvioso, por lo que los aguaceros y el barro obstaculizaban la construcción. Aun así, desafiando la lluvia con pesados impermeables y botas de lluvia, los trabajadores instalaron la estructura de acero, apretando cada tornillo y levantando cada pieza acerada. Al final del día, quedaban empapados de pies a cabeza pese a su indumentaria impermeable.

Los cables externos se instalaron en el gélido invierno, cuando las temperaturas en la provincia de Kazajistán Septentrional generalmente bajan a -30 °C. El permafrost que cubre el suelo de casi dos metros de espesor es tan duro como el hormigón armado y dificultaba enormemente las tareas de la excavadora. En ocasiones, la fuerza aplicada para romper la capa de hielo hacía que los dientes del cucharón de la excavadora se quebraran. Incluso encender fuego en el suelo para que el hielo se derritiera era inútil. Para ejecutar el proyecto y completarlo antes de lo programado, los constructores tuvieron que cortar el permafrost y luego sí usar la excavadora. De esta manera, trabajaron en conjunto para enfrentarse a la inclemente naturaleza y al inhóspito terreno, y finalmente se instaló el cableado a tiempo.


En el taller del Parque de Logística y Procesamiento Agroindustrial Aiju

Una vez que la planta entró en funcionamiento, Aiju con prontitud se ocupó de aumentar la cohesión social y garantizar la rentabilidad. Desarrolló mecanismos de incentivos y un sistema de ascensos para sus empleados, teniendo en cuenta el respeto a la cultura local y los hábitos laborales del personal local. Se ha esmerado en capacitar a sus trabajadores en conocimientos de producción y habilidades operativas para que mejoren su desempeño. Además, organiza fiestas de cumpleaños para el personal local y aporta a la educación de sus hijos. Todo esto ha hecho que los empleados sientan que son parte de la gran familia Aiju.

Gracias a la gestión científica de Aiju y al arduo trabajo realizado por los trabajadores locales, el funcionamiento de planta es excelente y el salario promedio de los empleados es más alto que en otras fábricas cercanas, además de aumentar cada año. Tal estabilidad permite que los empleados permanezcan en la empresa por mucho tiempo. Así, su calidad de vida de ha mejorado y con ella ha aumentado su felicidad y satisfacción.

Erkenbeck comenzó a trabajar en el parque de Aiju después de terminar la universidad. Antes de ello, su padre era el único que sostenía a la familia cultivando la tierra. Además del grano vendido durante la cosecha otoñal, la familia casi no tenía otra fuente de ingresos. “Pero ahora, mi padre y yo trabajamos en el parque y tenemos un salario generoso”, relata Erkenbeck con alegría. “Ya no tenemos que ir la ciudad a realizar trabajos temporales cuando no es período de cosecha, ni preocuparnos por un ingreso estable”. Ambos han trabajado en el parque por tres años, durante los cuales el nivel de vida de la familia y sus condiciones de vivienda han mejorado enormemente.

Al igual que Erkenbeck, las vidas de muchas personas en la provincia de Kazajistán Septentrional han sido cambiadas por el parque de Aiju.

Actualmente la planta tiene 150 empleados. Cuando se completan la segunda y tercera fase, el parque planea crear más de 300 empleos directos y más de 1.000 oportunidades de trabajo indirecto.

Innovación conjunta de la agricultura sobre pedido

Escasamente poblado y con bastantes tierras, Kazajistán es el país productor de granos y el exportador de trigo más importante del mundo. Precisamente, la provincia de Kazajistán Septentrional es una de sus tres áreas principales de cultivo de granos, pues está dotada con un suelo negro fértil y condiciones naturales favorables para la siembra de trigo. Sin embargo, debido a la agricultura extensiva con poco rendimiento, a la dependencia en el clima y a la falta de tecnología y equipos agrícolas avanzados, no muchos habitantes rurales se dedican a la agricultura. Como resultado, cada año aproximadamente un tercio de las tierras de cultivo permanecían improductivas.

El Grupo Aiju desarrolló un modo de cooperación agrícola sobre pedido, que se ajusta a la legislación local sobre uso de tierras agrícolas y satisface la demanda del mercado. La compañía firmó contratos de cultivo y compra de granos con los agricultores, fijó precios de compra protegidos y se alió con centros de investigación chinos y kazajos y con los agricultores contratistas para adoptar un modelo comercial que incluyera la investigación y el desarrollo de semillas, siembra, gestión, cosecha, compra y almacenamiento. La agricultura sobre pedido guía a los agricultores sobre qué sembrar, cuánto sembrar y cómo sembrar, solucionando de raíz el problema de las tierras de cultivo improductivas y las dificultades para vender los granos.

Sin embargo, la agricultura sobre pedido no tuvo un buen comienzo. Aiju pasó dos meses visitando 900 hogares en 12 aldeas cercanas, pero menos de 100 hogares firmaron contratos con ellos, ya que los agricultores estaban preocupados por el rendimiento de las semillas que proporcionaría la empresa china según lo acordado. Entonces, Aiju y los agricultores que firmaron contratos cultivaron los granos en parcelas experimentales para mostrar cómo las semillas producían cultivos confiables y de calidad. Aiju también pagó un anticipo a los grandes agricultores para mostrar su integridad y buena fe. El gobierno de la provincia de Kazajistán Septentrional también apoyó firmemente la iniciativa y, finalmente, más y más agricultores locales se unieron al proyecto de agricultura sobre pedido.

Balkin es un agricultor en la provincia de Kazajistán Septentrional, con 20.000 hectáreas de tierra. En el pasado, solía preocuparse por el mercado y por el precio de venta del grano que cultivaba. Sin embargo, la construcción y puesta en funcionamiento de la planta de procesamiento de aceite en el parque de Aiju le brindaron esperanzas que disiparon sus temores. Además, la agricultura sobre pedido ha dado como resultado que las tierras de cultivo improductivas se utilicen por completo y que el grano cosechado se venda a buen precio. Así, sus esperanzas se convirtieron en hechos y su entusiasmo, como sus cultivos, crece cada vez más. “Aiju me mostró el rumbo y me dio tranquilidad. Ya no me angustio por lo que tengo que sembrar ni por el precio de venta del grano”, cuenta Balkin. Desde entonces, recomienda Aiju y la agricultura sobre pedido a todos sus conocidos.


El tren de carga Chang’an regresa a China completamente cargado


Residentes de Xi’an se apresuran a comprar arroz, trigo y aceite de Kazajstán

El modo de cooperación de agricultura sobre pedido ha sido impulsado por el lanzamiento del servicio de tren de carga Chang’an de China Railway Express desde Xi’an a Asia Central, que ha reducido las distancias y ha mejorado la eficiencia del transporte. El método especial de envío de contenedores de Aiju para cereales a granel también ha ayudado a reducir los costos y el tiempo de transporte. El tiempo necesario para el envío de materias primas como el trigo desde Kazajistán a Xi’an se redujo de 25 a 10 días y la capacidad de transporte aumentó de 21 toneladas a 27 toneladas por contenedor.

Ahora, el trigo de Balkin tarda diez días en llegar a Xi’an en el tren de carga Chang’an y tres días en procesarse y someterse a la inspección correspondiente en la Base de Industrialización de Alimentos Básicos en el Distrito Ecológico de Chanba en Xi’an, luego de lo cual ingresa a los supermercados de Xi’an.

El tren de carga Chang’an trae no solo trigo de calidad, sino también aceite comestible, huevos, leche, miel, carne de res y cordero de Kazajistán. Además, ha aumentado el volumen de exportaciones de los dos países, ha enriquecido la variedad de productos y ha brindado beneficios para ambas naciones. Kazajistán ha articulado su política de desarrollo nacional “Camino Brillante” con la Iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por China, para construir un futuro prometedor para el país.


Estudiantes de familias empobrecidas a los que apoya Aiju

Construyendo juntos una cálida provincia

Aiju no solo ha aportado ganancias tangibles a la gente de la provincia de Kazajistán Septentrional, sino que también ha demostrado su calidez mediante su programa de responsabilidad social.

En 2017, después de que Aiju compró un granero en un pueblo de la provincia, se enteró de que la única escuela del lugar era una antigua estructura construida a principios de la década de 1960 que requería urgentemente de reparaciones. La calefacción en la escuela funcionaba con tuberías que se habían erosionado por los años de uso y con algunas partes agrietadas. Dado que las fisuras no se podían soldar, la escuela las envolvió con cinta adhesiva. Pero eran enmendaduras ineficaces y el sistema de calefacción prácticamente solo servía de decoración, de modo que los niños estudiaban en las frías aulas tiritando en medio del penetrante y gélido invierno kazajo.

Aiju instaló un nuevo sistema de calefacción en la escuela antes de que llegara el invierno para asegurar un ambiente cálido en el que los niños pudieran estudiar cómodamente. Además, el cercado de la escuela se había deteriorado, de modo que Aiju también instaló cercas para la seguridad de los casi 100 estudiantes y la tranquilidad de sus familias.

Las contribuciones de la compañía a la población local no solo se limitan a lo ya mencionado. Cada año, su personal compra útiles escolares para los estudiantes de la escuela que provienen de familias empobrecidas y pagan sus matrículas. También visita regularmente a los ancianos con limitaciones y ofrece ayuda financiera a madres solteras en situación de pobreza. El gobierno local y la escuela otorgan anualmente a la empresa certificados de mérito para agradecerle su contribución a la escuela y al pueblo.

Hace más de 2.000 años, la antigua Ruta de la Seda partía desde Chang’an y construía un puente para el comercio y los intercambios entre China, Asia Central, Asia Occidental y Europa. Dos mil años después, las campanas de los camellos ya se han desvanecido en el paso del tiempo pero ahora se extiende una nueva unión. La Iniciativa de la Franja y la Ruta ha cruzado miles de montañas y ríos para conectar regiones más amplias y remotas. La cooperación pacífica, la apertura, la inclusión, el aprendizaje mutuo y la cooperación de ganancia compartida fueron los principios predominantes antiguamente. Son sellos que han permanecido en el presente bajo la égida de la nueva Iniciativa.

Más

Reseña del proyecto

El Parque de Procesamiento Agroindustrial Aiju de 333.33 hectáreas de Kazajistán comenzó a construirse en 2016 con una inversión total prevista de mil millones de yuanes (141.3 millones de dólares estadounidenses). La planta de procesamiento de aceite construida en la primera fase del proyecto cubre aproximadamente 10,67 hectáreas. La planta incluye una torre de secado, un almacén de materias primas, un taller de procesamiento, un almacén de tortas de aceite, un taller de tanques de aceite y otras instalaciones de apoyo, con una producción anual diseñada de 300.000 toneladas de cultivos oleaginosos procesados. Sus graneros tienen una capacidad de 50.000 toneladas y la planta está conectada con cuatro líneas ferroviarias especiales, lo que le permite firmar contratos de agricultura sobre pedido con más de 20 agricultores kazajos.

Desde su finalización, el Parque de Procesamiento Agroindustrial Aiju se ha convertido en un centro para áreas de producción en el extranjero, un importante centro logístico del comercio entre China y Kazajistán, y una parada clave para los trenes de carga China-Europa. Dentro del país, ocupa la provincia de Kazajistán Septentrional y otras provincias colindantes, y fuera de Kazajistán se conecta con áreas de la llanura de Siberia Occidental, donde se producen bienes agrícolas de alta calidad, para importar materias primas como trigo y colza desde países como Rusia y Uzbekistán.