Las madres chinas de los sinovas

Autores: Hu Yifeng (China) y Kouka Gueddim (Argelia)

En el hermoso país de Argelia, al norte de África y sobre la costa mediterránea, una generación de más de 10.000 jóvenes se distingue de los demás. Son llamados sinovas por la gente local, que significa “chinos”, pues su nacimiento fue atendido por doctores y personal médico chino. Estos jóvenes son un ejemplo vivo del trabajo de los equipos de médicos chinos enviados a Argelia como parte de la asistencia del gobierno chino al país.

Cada sinova tiene una “madre china”. Xu Changzhen, experta en maternidad de la ciudad de Huanggang, provincia de Hubei, en el centro de China, es una de las madres. Cuando Xu camina por las calles de Argelia, las mujeres se le acercan corriendo y arrastrando a sus hijos hacia ella. “Mamá Xu, ¿te acuerdas de este niño?”, le preguntan. “Este sinova vino al mundo de tus manos. ¡Fíjate qué tanto ha crecido desde entonces!”.

Desde 1993, Xu ha servido en los equipos de asistencia médica cuatro veces. Con sus brigadas, ha tratado a más de 32.000 personas en departamentos ambulatorios de obstetricia y ginecología, y a más de 68.000 en las salas de hospitalización y maternidad. Ha realizado más de 15.000 operaciones, ha salvado a 780 pacientes que se encontraban en estado crítico y ha atendido a decenas de miles de partos difíciles. Con sus impresionantes habilidades médicas y su carácter amable, se ha ganado los corazones de los argelinos como su “madre china”.


La Notre Dame de Argelia

Una muestra de amistad

Xu nació en una familia de médicos. Su padre, hermano y cuñada se graduaron de la Universidad de Ciencias Médicas Norman Bethune. Influenciada por ellos, de niña estaba decidida a ser médica como Norman Bethune, el talentoso cirujano canadiense que vino a China y trató a soldados y a pobladores heridos durante la guerra. En 1993, cuando se le pidió al Hospital Popular de la ciudad de Huanggang, donde trabajaba, que enviara una brigada médica a Argelia, ella se inscribió sin vacilar, especialmente porque sabía francés, idioma que se habla ampliamente en Argelia.

El recuerdo de su primer día en Argelia sigue vivo en su memoria. Recién llegada al país después de un largo viaje y ya entrada la noche, se preparaba para ir a la estación donde se alojaban los médicos chinos. En ese momento, trajeron a una mujer embarazada, que sufría de falta aguda de oxígeno debido a un sangrado severo y otras complicaciones. Para Xu, el tratamiento de un paciente de emergencia es la prioridad. Puso su equipaje a un lado e inmediatamente entró en el quirófano.

La cara de la mujer estaba muy pálida y sus labios temblaban. Xu comenzó a operar a la paciente de inmediato para que diera a luz al bebé y detener el sangrado. Cuando terminó, Xu estaba exhausta, empapada en sudor.

Pero su trabajo aún no había terminado. El bebé no respiraba y sus latidos comenzaron a debilitarse cada vez más.


Xu Changzhen (tercera a la derecha) y médicas locales

El quirófano estaba muy mal equipado y carecía de elementos esenciales como catéteres de succión para limpiar las vías respiratorias de los recién nacidos y ayudarlos a respirar. Sin dudarlo un instante, Xu comenzó a darle resucitación boca a boca al recién nacido, apartando el líquido amniótico que cubría el pequeño cuerpo.

Los doctores locales estaban asombrados, agradecidos y llenos de admiración. Poco a poco, la carita del bebé se volvió rosa, comenzó a respirar y finalmente dio un grito vigoroso. Los médicos que observaron todo el proceso comenzaron a aplaudir.

En su primer día en Argelia, Xu adquirió un nuevo nombre: Mamá Xu.

En el 2000, el Hospital Popular de la Ciudad de Huanggang recibió nuevamente una invitación de Argelia, preguntando específicamente por Xu. Teniendo en cuenta las malas condiciones locales en Argelia, su familia se opuso, pero Xu no le hizo caso. Esta vez fue enviada al Hospital Provincial de Muaskar. Cuando sus antiguos pacientes se enteraron de que había regresado, muchos de ellos llegaron en masa para verla, aunque eso significara hacer un largo viaje.

Uno de ellos era Sabrina, que anteriormente tenía un tumor en el útero. Ella había venido para recibir tratamiento durante el primer periodo de Xu en Argelia, pero no había podido operarse en ese momento. En el segundo viaje de Xu, ella volvió. Para entonces, su condición se había deteriorado, de modo que Xu preparó su cirugía y le extirparon el tumor. Eso significaba que ella podría tener un hijo. Unos meses más tarde, la joven vino a ver a Xu nuevamente, esta vez con su prometido, para invitarla a su boda. En la boda, las dos mujeres se abrazaron, llorando de alegría.

En 2007, muchos pacientes acudieron a la embajada china en Argelia y pidieron que regresara “Mamá Xu”. La tercera vez que Xu fue invitada a Argelia, sirvió nuevamente en el Hospital Provincial de Muaskar. Un día, recibió a una paciente que sangraba abundantemente después de haber dado a luz. Sus latidos y su respiración parecieron detenerse y sus pupilas se dilataron. Xu la admitió de inmediato para un tratamiento de recuperación cardíaca y pulmonar. Con su vasta experiencia y excelentes habilidades médicas, Xu logró traer a la mujer del borde de la muerte y la pantalla del ECG comenzó a registrar sus latidos. Debido a la increíble recuperación, cada vez que los habitantes locales hablan de “Mamá Xu”, siempre agregan el epíteto “la doctora milagrosa” antes de su nombre. Para ellos, ella no es solo una médica, sino un ángel que cuida de las personas y les brinda la felicidad de una vida sana.


Vista de Argel, la capital argelina

En 2010, Xu fue a Argelia por cuarta vez, pero en esta ocasión se ofreció para trabajar en Saida, la provincia más remota. Ella y los otros miembros del equipo comenzaron a trabajar incluso antes de superar el desfase horario. El día de su llegada, trataron a tres mujeres en estado crítico y a tres recién nacidos para el aprecio de los médicos locales.

En el Hospital de Mujeres y Niños de Saida, los médicos chinos se mantuvieron bastante ocupados. Casi todos los meses había doctores a los que les dolía los hombros, la cintura y las muñecas, debido a la inmensa cantidad de trabajo. Además, trabajaban en turnos nocturnos largos de modo que llegaron a sufrir de insomnio severo. Sin embargo, su satisfacción llegó cuando, gracias a sus esfuerzos, la mortalidad materna en el hospital disminuyó drásticamente y la tasa de mortalidad neonatal también se redujo.

Ayuda curativa

La asistencia médica de China a Argelia se remonta a la década de 1960.

En 1962, después de que Argelia logró su independencia, los médicos extranjeros estacionados allí se fueron en masa y se presentó una grave escasez de médicos y medicamentos. Argelia entonces solicitó asistencia médica a otros países.

El gobierno chino fue el primero en responder y envió un equipo de médicos como parte de la asistencia extranjera de China a principios de 1963. Este fue el primer equipo de asistencia médica enviado por China y el primer equipo médico extranjero en Argelia después de su independencia.

Al equipo médico de 24 miembros le tomó más de dos meses llegar a Saida en Argelia, denominada la “puerta del desierto”. La población local vivía en la pobreza y las instalaciones médicas eran deficientes. Cuando los lugareños se enteraron de que los médicos chinos habían venido no podían de la emoción. El equipo comenzó a trabajar el mismo día que llegó. Los médicos chinos pronto se ganaron la confianza y el respeto de los habitantes locales gracias a su sentido de responsabilidad y disposición para trabajar largas horas, a pesar de las malas condiciones médicas. Vivían y comían igual que el personal local. Algunos pacientes preferían viajar cientos de kilómetros desde otras provincias para recibir tratamiento de los médicos chinos.

Durante más de 50 años, los médicos chinos han ayudado a mejorar el tratamiento médico en Argelia, ofreciendo generosamente su tiempo e incluso sus vidas.

Zeng Junzhen dio su vida en Argelia en el cumplimiento del deber. Esta oftalmóloga de 39 años del Segundo Hospital de la ciudad de Wuhan desarrolló ictericia aguda que resultó en atrofia hepática. La enfermedad se desarrolla rápidamente y tiene una alta tasa de mortalidad. A pesar de los esfuerzos de los médicos, su condición ya no tenía cura. En la última carta a su familia, escribió: “Querida madre, querida hermana, me siento honrada de sacrificar la vida mientras participo en el equipo de asistencia médica extranjera. No estén tristes por mí”.


El primer equipo de asistencia médica de China es enviado al Hospital Provincial de Saida en Argelia

En mayo de 2012, cuando Djamel Ould Abbès, entonces Ministro de Salud de Argelia, recibió a un representante del equipo médico chino, dijo emocionado: “Los miembros del equipo médico chino son nuestros amigos más dignos de confianza. ¡Siempre cumplen con sus misiones y son excelentes mensajeros de China!”.

Amor sin fronteras

Durante más de medio siglo, médicos chinos han sido enviados a otras partes del mundo, equipo tras equipo, tratando pacientes en el extranjero sin quejas ni arrepentimiento.

La Dra. Mei Jinhua es una de ellas. En junio de 2015, una paciente de alto riesgo de 26 años fue llevada al Hospital de Maternidad Tiaret en Argelia. Tenía presión arterial alta y ruptura uterina. Aunque apenas estaba en la semana 31 del embarazo, ella ya había empezado el trabajo de parto.

Tratar a un paciente crítico es como pelear una guerra y la sala de partos se convierte en un campo de batalla. Después de un examen cuidadoso, la Dra. Mei dudaba si realizar un parto natural o una cesárea. Si intentara lo primero, el útero de la paciente podría romperse por completo, mientras que la segunda opción podría causar un sangrado importante y el útero podría tener que ser extirpado.

Después de observaciones clínicas y discusiones del equipo, los médicos finalmente eligieron la segunda opción. La mujer estaba embarazada de cuatrillizos. Uno de ellos estaba en posición anterior por lo que sería fácil sacarlo, pero el resto estaba en la difícil posición transversal, lo que dificultaba el parto. La Dra. Mei realizó la operación bajo una gran presión y finalmente entregó dos niñas y dos niños, todos sanos.

Fueron los primeros cuatrillizos que nacieron de manera segura en esa área. La madre también estaba en condición estable y cuando se despertó y recibió la noticia, lloró de alegría. Su familia y el personal del hospital local colmaron de elogios a los médicos chinos.


Medios locales informan sobre el primer caso de cuatrillizos (dos niños y dos niñas) en la localidad

En la década de 1960, Zhou Enlai, entonces primer ministro del Consejo de Estado de China, dijo una vez: “El equipo médico chino partirá tarde o temprano. Nuestra tarea más importante es formar médicos locales que nunca se irán”. El gobierno chino ha estado poniendo en práctica este principio. Además del envío de equipos médicos, los gobiernos de China y Argelia también han promovido la cooperación entre sus hospitales y han lanzado el proyecto “Centro de Maternidad China-Argelia” para ayudar a Argelia a formar más médicos sobresalientes y así beneficiar a más personas.

Hoy en día, los equipos de madres chinas siguen creciendo. Generaciones de personal médico chino han estado en Argelia para mejorar las condiciones médicas del país y se han granjeado los elogios de los argelinos.

En 2013, con motivo del 50 aniversario de las misiones médicas de China en África, el departamento postal de Argelia emitió una serie de sellos conmemorativos, diseñados por argelinos e impresos en China. Los sellos simbolizan la atención, luz y esperanza que los “mensajeros chinos” han brindado a los pacientes en el continente africano.


Sellos conmemorativos del 50 aniversario de las misiones médicas chinas a Argelia y otras partes de África

En el pasado, cuando la antigua Ruta de la Seda era una arteria de transporte vital, las caravanas que transportaban mercancías atravesaban los desiertos y se extendían de Oriente a Occidente, promoviendo la prosperidad común. Los equipos de hoy todavía viajan a través de los desiertos. Estos son los médicos chinos que van a todos los rincones de la tierra, donde sea que los necesiten. No piden nada a cambio, trabajan incansablemente y crean leyendas de compañerismo universal en tierras extranjeras.

MÁS

Reseña del proyecto

El primer equipo médico chino fue enviado a Argelia en 1963. Hasta mayo de 2019, China había enviado 26 grupos, con 3.426 turnos.

Los equipos establecieron centros médicos en Saida, Muaskar, Relizan, Médéa, Guelma, Adrar y otras provincias, atendieron a pacientes ambulatorios 23,7 millones de veces y pacientes hospitalizados más de 2,2 millones de veces. Han realizado 1,65 millones de operaciones y han asistido en los partos de 1,6 millones bebés argelinos.