El “puente de los sueños” en la bahía de Maputo

Autores: Hu Yifeng (China) y Silva Magaria (Mozambique)

Al amanecer, la capital de Mozambique, Maputo, se baña en la brisa del mar. El taxista Davari sale bien vestido de su casa recién construida, enciende su taxi y se dirige al centro de la ciudad. Poco después, llega al Puente entre Maputo y Catembe (en adelante, el Puente de Maputo).

Siempre que conduce por aquí disminuye la velocidad para contemplar detalladamente el paisaje en el puente, mientras que por su mente vuelan pensamientos y recuerdos uno tras otro. La razón es que él contribuyó con su propio sudor a su construcción y para él es en realidad un puente de felicidad.

El “sueño mozambiqueño” del viejo chofer

Davari vive en el distrito de Katembe y tiene cinco hermanos. Cuando eran niños, sus padres los mantenían vendiendo harina de yuca al pie de la carretera, lo que les representaba ingresos de 2.000 meticales (alrededor de 200 yuanes) al mes. Conocida en la aldea como un hogar extremadamente pobre, la familia vivía apretada en una estrecha casa de paja. Negándose a vivir en la pobreza, Davari fue una vez hasta Sudáfrica como trabajador migratorio, pero como extranjero en un lugar extraño no ganó mucho dinero. Deambuló por cinco años, pero sus días no mejoraban.

Después de que comenzó la construcción del Puente de Maputo, Davari tuvo la suerte de convertirse en conductor del proyecto. Debido a que tenía más edad que la mayoría de los constructores, todos con cariño lo llamaban “Viejo Chofer”. Era trabajador, modesto, estudioso y dispuesto a aprender nuevas habilidades. Sus ingresos aumentaron continuamente y desarrolló el hábito de ahorrar. En el proyecto, el salario mensual promedio de Davari era de 18.000 meticales (alrededor de 1.800 yuanes). Después de varios gastos, ¡podía ahorrar 8.500 meticales al mes, y cerca de 100.000 al año!

Es así como los días de Davari florecieron poco a poco. Construyó una nueva casa, saltando de la extrema pobreza a tener casa propia. Como empleado de una compañía extranjera, su estatus social también mejoró. Se casó con Santa Rosita, una hermosa chica, con quien cría dos hijos. Al hablar de esta experiencia, Davari manifiesta emocionado: “¡Cambió mi vida! ¡Después de que llegó la compañía china, nuestras vidas cambiaron radicalmente!”.

Al igual que Davari, muchos habitantes locales también saborearon las mieles del proyecto del puente y se beneficiaron de él. El proyecto ofreció muchas oportunidades de empleo. En el pico de su construcción, empleaba a más de 3.700 trabajadores locales, repartidos entre diferentes cargos de construcción y gerenciales. El departamento del proyecto realizaba regularmente capacitaciones especiales en habilidades laborales, que mejoraron efectivamente el nivel profesional de los empleados locales. Capacitó a gran parte del personal técnico y suministró certificados de trabajo a los empleados sobresalientes para ayudarlos con su futuro profesional.


El Puente de Maputo

Hoy en día, en la aldea donde vive Davari, bastantes pobladores han mejorado gradualmente sus vidas gracias a que han trabajado en el proyecto. Muchos han reparado sus casas o han construido nuevas, personificando una escena de esplendoroso entusiasmo. Al igual que Davari, trabajan duro y diligentemente para hacer realidad sus respectivos sueños mozambiqueños.

Sin embargo, el valor más importante del Puente de Maputo es que ha sentado las bases para el desarrollo de Maputo. La ciudad está dividida en dos partes por la bahía de Maputo. El casco urbano de la ciudad, en la orilla norte, se ha desarrollado y convertido en una zona central con una población de más de dos millones de habitantes, mientras que el desarrollo de la región de Catembe, en la orilla sur, se había estancado debido a las limitaciones de transporte. La enorme brecha de desarrollo entre las dos partes de la misma ciudad se debía en gran medida a que la bahía de Maputo había bloqueado los intercambios económicos entre ellas.

Aunque en su punto más estrecho la bahía de Maputo tiene menos de 700 metros, por muchos años, debido a la falta de avenidas que conectaran las dos orillas, a la gente local le tomaba aproximadamente una hora y media completar un viaje en ferry, y a veces incluso cinco horas durante la hora pico. Esto no solo obstaculizaba el transporte de personas entre ambos lados de la bahía, sino que también afectaba el desarrollo en general de la ciudad de Maputo.

El 10 de noviembre de 2018, todo esto cambió radicalmente. El Puente de Maputo y sus vías de enlace se abrieron oficialmente al tráfico en este día, fecha en la cual también se celebraba el 131 aniversario de la fundación de la ciudad de Maputo. Como dice el refrán chino, “dos alegrías tocaron a la puerta”.

Para completar los ánimos joviales por tan importantes eventos, la ciudad de Maputo ofició una gran ceremonia. La gente expresó su alegría y buenos deseos por la apertura del puente de diversas formas, como canciones y bailes tradicionales, y un espectáculo aéreo. El presidente de Mozambique, Filipe Jacinto Nyusi, funcionarios de China y Mozambique y más de 3.000 residentes locales participa-ron en la celebración. Frente a este, el puente colgante más largo de África, la gente exclamó su admiración a su sueño hecho realidad: ¡es espectacular!

La apertura del puente ha proporcionado las condiciones necesarias para expandir el espacio urbano de Maputo y acelerar el proceso de urbanización de Catembe. Para ello, el Gobierno de Mozambique ha elaborado planes detallados. En el futuro, una nueva ciudad con un área de aproximadamente 2.000 hectáreas y una población de al menos 400.000 habitantes se construirá en Catembe, enfocada en el desarrollo de la industria, la logística, el turismo, el comercio y áreas residenciales. Hermosas perspectivas saludan a la industriosa gente de Maputo.

La cooperación multilateral rinde frutos

“En los años venideros espero poder trabajar en China y participar de primera mano en la construcción de puentes de China”. Dean, de Sudáfrica, manifestó este deseo a los ingenieros chinos después de que se completó el Puente de Maputo.

¿De dónde venían las palabras de Dean?

De la profunda admiración que el “espíritu de artesano” del equipo chino despertó en Dean durante más de cuatro años de cooperación. Descubrió que sus colegas chinos eran pragmáticos y se guiaban por la realidad en su trabajo: los motivaba completar el proyecto eficientemente y con la más alta calidad, y no alojaban ningún tipo de discriminación basada en la raza o nacionalidad.

“Este es el verdadero espíritu del artesano, y también es el espíritu de la ciencia”, explicó Dean con solemnidad. Por esta razón, le encantaría ir a China para experimentar personalmente la construcción de puentes en China.

Hay muchos ingenieros como Dean en el equipo del proyecto. Aunque el Puente de Maputo es el resultado de la cooperación entre China y Mozambique, también absorbió la fuerza técnica de otros países, y puede afirmarse que es un modelo de cooperación multilateral.

El proyecto no estuvo exento de problemas en el comienzo e incluso no es exagerado afirmar que las discusiones abrieron el telón.

En general, el equipo chino otorgaba más importancia a la experiencia en la tecnología de construcción, mientras que el propietario de Mozambique y su equipo de asesores prestaban más atención a la deducción y los cálculos teóricos. Las diferencias en los modos de pensar no se podían resolver en el corto plazo, y a veces discutían determinado asunto por todo un día sin llegar a un acuerdo.


La torre principal en construcción

Para resolver este problema, el departamento del proyecto contrató a la internacionalmente reconocida empresa consultora de control y diseño de calidad GAUFF, de Alemania, y a la famosa compañía de supervisión CPG, del sur de África, como los proveedores de servicios de consultoría de monitoreo y diseño de seguridad y calidad del proyecto, convirtiéndolo en una cadena industrial completa que integraba el diseño de ingeniería EPC, construcción, adquisiciones, monitoreo, consultoría y gestión. Al mismo tiempo, tomó la iniciativa e invitó a varias compañías externas de pruebas como la empresa de consultoría de Hong Kong AECOM, la compañía de inspección de cimientos de pilotes GEOSURE, de Sudáfrica y la empresa Wuhan Guojian Testing Technology Co., Ltd. para realizar los estrictos controles de calidad de producto.

La creación del equipo tecnológico internacional garantizó efectivamente la calidad de construcción del puente.

Pero los desacuerdos siguieron existiendo.

En el proceso de cooperación multilateral, todas las partes tienen la intención de garantizar la calidad del puente y a menudo se presentan discusiones debido a sus diferentes modos de comprender los detalles. Por ejemplo, en una ocasión, los ingenieros chinos y los supervisores alemanes tenían opiniones divergentes sobre la longitud de los alambres de acero dentro de las vigas de hormigón. Aunque la diferencia de sus datos era de tan solo tres centímetros, por pequeña que pareciera ningún equipo cedía. Mediante una detallada inspección y comunicación, el desacuerdo entre las dos partes finalmente se resolvió. Esto demuestra por completo el espíritu de artesano del proyecto de valorar la calidad de construcción y apuntar a la excelencia.

Habiendo trabajado en el campo de la ingeniería de materiales por más de 30 años, Dean tiene una vasta experiencia y un profundo conocimiento de todo esto.

Es responsable de la inspección de los materiales de construcción en el proyecto del Puente de Maputo, y lo que más le preocupa es la resistencia a la corrosión y la durabilidad de la estructura. Bajo su supervisión, todos los procesos se realizaron de manera ordenada y metódica, desde la proporción de materiales para la mezcla del hormigón, las construcciones prefabricadas y el vertido in situ, hasta el procesamiento y ensamblaje in situ de la estructura de acero.

La estructura de hormigón del puente siguió los estándares de diseño chinos y europeos, y adoptó el más riguroso diseño de espesor para la capa protectora anticorrosiva de hormigón. El departamento del proyecto también se unió con las instituciones de investigación correspondientes para realizar extensas investigaciones y experimentos con las materias primas locales de hormigón, y completó de manera innovadora la aplicación de concreto de alto rendimiento en el puente. La excelente calidad de la estructura de hormigón y acero fue ampliamente reconocida por Dean y por todas las partes del proyecto.

En reconocimiento a su excepcional diseño de la estructura de hormigón y los logros de construcción, la Asociación de Concreto del Sur de África otorgó al proyecto el Premio FULTON a la más alta calidad de concreto en 2017 y 2019.

El prestigio de ser “guardián del futuro”

Zuma, que vive en los suburbios de Maputo, atraviesa un paso elevado de acero cada vez que sale de casa. Este puente peatonal también fue construido por el equipo del proyecto Maputo para los habitantes locales. Al otro lado del puente está la escuela primaria Chiango. Cada vez que camina por el puente, una amargura aflige el corazón de Zuma y no puede evitar recordar aquel día aciago.


El puente peatonal, protector de las generaciones futuras

Antes de la construcción del puente de acero, muchos niños tenían que cruzar la calle para ir a la escuela y regresar a casa. Lamentablemente, la hija mayor de Zuma fue atropellada al cruzar la calle por un automóvil a gran velocidad. Al escuchar la noticia, Zuma corrió desesperada al lugar, pero su hija mayor ya no respiraba. Lloró y gritó desconsolada por su desgarradora tristeza, atrayendo a mucha gente que la miraba. La cantidad de personas que se amontonó bloqueó la vía. Todos comentaban que al no existir un paso peatonal allí, era muy difícil garantizar la seguridad de los niños, situación que requería una solución efectiva. Por un tiempo, el accidente se convirtió en el tema de los titulares de la televisión y los periódicos locales. Aunque los funcionarios del gobierno municipal se comunicaron con la gente muchas veces y atendieron activamente el problema, en realidad enfrentaron varias dificultades para resolverlo. Como resultado, el gobierno local buscó la ayuda del equipo chino que estaba construyendo el Puente de Maputo.

Luego de comprender la situación, el equipo del proyecto decidió echar una mano. “Por la seguridad de los niños, construiremos un puente peatonal de acero dentro de un mes”. Al escuchar la promesa del equipo chino, la gente local se llenó de júbilo y encantada levan-taba sus pulgares: “¡China, inmensa bondad!”. El Sr. Magaya, gerente general de la Empresa de Desenvolvimento de Maputo Sul E.P., propietaria del puente, estaba aún más admirado.

El poder de ejecución del equipo chino del proyecto era sorprendente. Terminó en unas pocas horas el plan completo, desde la selección del sitio hasta el diseño, y comenzó la construcción rápidamente. Un mes después, un nuevo puente peatonal de acero se erigía en la avenida frente a la puerta de la escuela Chiango.

Más de un año después, el hijo menor de Zuma también alcanzó la edad escolar. Al ver a su niño cargando la mochila y creciendo poco a poco, la sombra de la hija finada se disipó gradualmente del corazón de Zuma. Sabía que su hijo menor era más afortunado que su hija mayor, pues cuenta con un guardián: el puente peatonal verde oscuro construido por los amigos chinos.

Este puente especial protege la vida de los niños, que son el mañana de este país. Quedará grabado en la memoria de la población local por siempre.

Mozambique era una parada importante en la antigua Ruta Marítima de la Seda. En 1558, un barco mercante cargado con porcelana china atracó aquí. Los habitantes de Mozambique aún mantienen la costumbre de usar porcelana. Hoy en día, la huella de la antigua Ruta de la Seda Marítima todavía existe, y la hermosa pintura de la Ruta de la Seda Marítima en la nueva era se despliega delicada y pausadamente. La construcción del Puente de Maputo ha permitido que la tradicional amistad entre los dos pueblos sea heredada y continuada. En el futuro, habrá más y más proyectos exitosos de cooperación que crucen los obstáculos entre el océano Pacífico y el océano Índico, consolidando con firmeza la amistad entre China y Mozambique.

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Reseña del proyecto

El Puente de Maputo conecta al norte varias carreteras municipales en el área urbana de la ciudad, y al sur conduce a la frontera entre Mozambique y Sudáfrica a través de una carretera de aproximadamente 110 kilómetros. El puente fue construido por China Road and Bridge Corporation.

Está diseñado como un puente colgante de anclajes gravitacionales y de vano único, con un tramo principal de 680 metros. Sus torres norte y sur tiene una elevación de 141,2 metros. Es el puente colgante más largo de África. El vano de aproximación norte tiene 1.097 metros de longitud, con una superestructura compuesta de vigas prefabricadas de hormigón tipo “T” y vigas continuas tipo cajón de hormigón en marco rígido. El vano de aproximación sur tiene 1.234 metros de longitud, con una superestructura superior compuesta enteramente de vigas prefabricadas tipo “T”. La longitud total del vano central del puente es de 3.011 kilómetros.

El proyecto del Puente de Maputo ganó el Premio al Mérito 2019 a mejores proyectos globales en la categoría de puentes y puertos de la revista estadounidense Engineering News Record (ENR), por su excelente calidad de construcción, buena cooperación internacional, gestión de seguridad científica, diseño estructural innovador y su contribución a la construcción de infraestructura en las zonas costeras del sur de África.