El renacimiento de una antigua marca de autos

Autores: Lu Jie (China), Ren Feifan (China) y Jan-Erik Larsson (Suecia)

En un día de abril de 1927, con un clima nórdico aún bastante frío a pesar la llegada de la primavera, una fábrica en Gotemburgo en Suecia exhibía una escena animada.

Un grupo de personas esperaba con entusiasmo al aire libre. Luego de unos instantes, un convertible salió lentamente de la fábrica, observado atentamente por la multitud, que de inmediato estalló en una fuerte ovación. Era el primer automóvil producido por el Grupo Volvo.

Desde ese día, Volvo dirigió la industria automotriz sueca en un magnífico viaje que duró casi un siglo.

En ese momento, nadie se imaginaba que más de 80 años después, esta compañía automotriz con tan larga historia establecería vínculos con Zhejiang Geely Holding Group, un joven fabricante de automóviles chino.


La ciudad sueca de Gotemburgo

Tres generaciones de historias de Volvo

Jan-Erik Larsson es vicepresidente de I+D en Volvo Cars Asia Pacific. De niño creció con historias de Volvo Cars contadas por su abuelo y su padre. Las tres generaciones han sido testigos del desarrollo glorioso, pero también tortuoso, de Volvo.

El abuelo de Larsson participó en el desarrollo del primer automóvil Volvo. En ese momento, Suecia se había convertido en un país industrial con abundante acero de alta calidad producido en el país, maquinaria sofisticada y excelentes equipos técnicos, entre otras condiciones favorables para la producción de automóviles. Estas ventajas permitieron al joven Grupo Volvo desarrollar su primer automóvil con prontitud. En las décadas posteriores a su nacimiento, Volvo Cars ingresó al mercado global y se convirtió en la gloria de la industria automotriz sueca.

El padre de Larsson vio la edad de oro de Volvo cuando sus ventas alcanzaron el cenit, clasificándose entre los mejores en el mercado de automóviles de lujo. Los automóviles Volvo sobresalen en cuanto a estándares de seguridad, salud y medio ambiente. Casi la mitad de las tecnologías de seguridad para automóviles a lo largo de la historia ha sido desarrollada por Volvo, incluyendo el conocido cinturón de seguridad de tres puntos, el diseño de jaula de seguridad de la carrocería y la silla infantil de seguridad orientada hacia atrás. Su modelo clásico S80 era uno de los preferidos de numerosos miembros de la familia real y funcionarios de alto rango, y se convirtió en un punto de referencia en materia de máxima seguridad de los automóviles.

Sin embargo, cuando Larsson se unió a Volvo, la situación había cambiado.

En 1999, el Grupo Volvo vendió Volvo Cars por consideraciones estratégicas. Diez años después, cuando la industria automotriz mundial sufrió el impacto de la crisis financiera mundial, Volvo enfrentó problemas de ventas, deudas y pérdidas. Las ventas anuales de automóviles cayeron a 335.000 unidades con pérdidas totales de 17 mil millones de coronas suecas (aproximadamente 2,38 mil millones de dólares estadounidenses en ese momento).


El nuevo sedán S90 de Volvo está listo para rodar

Bajo tales circunstancias, Volvo Cars fue vendida nuevamente.

Después de las negociaciones, Geely ganó el derecho a licitación preferencial entre los licitadores de todo el mundo y finalmente se llegó a un acuerdo de adquisición por 1.800 millones de dólares estadounidenses.

Después de la adquisición, Geely adoptó una variedad de medidas efectivas para revivir la moral de Volvo y optimizar su estructura, creando una nueva atmósfera.

Ese año, las ventas de Volvo en todo el mundo aumentaron un 11,6 por ciento en comparación con el año anterior. Las ventas en los mercados chino y sueco aumentaron 36,2 y 26,5 por ciento respectivamente año a año.

Hablando sobre el ascenso de Volvo desde el punto más bajo hasta el cenit, Larsson tiene mucho que decir. “Al comienzo de la adquisición, escuchaba a la gente expresar sus preocupaciones, pero los hechos hablan más que las palabras. Me sorprende ver el fantástico desarrollo de Volvo desde la adquisición. Tanto en el mercado global como en el chino, sus ventas alcanzaron un nuevo máximo en 2018 por cinco años consecutivos. Sin duda, esta es la mejor prueba del éxito de toda la adquisición”.

Un sindicato escéptico es convencido

La adquisición de Volvo por Geely llamó la atención de la industria automotriz global y despertó bastante curiosidad entre la gente. ¿Cómo era posible que una empresa automotriz joven, que había existido menos de 12 años, adquiriera una empresa automotriz consolidada por 80 años? Más importante aún, ¿podrían conquistar al sindicato de Volvo?

El sindicato prácticamente boicoteó la adquisición. Los empleados estaban preocupados, preguntándose si la compañía china podría sacarlos del estancamiento. ¿Les importaría una marca que era el orgullo de los suecos tanto como lo hacían los propios suecos? ¿Podrían superar las enormes diferencias culturales? ¿Se garantizarían los trabajos y beneficios de los trabajadores?

Para obtener más información sobre la compañía china, el sindicato de Volvo decidió ir primero a Londres, donde Geely había adquirido una participación en London Taxi Company. Los miembros inspeccionaron las operaciones de la compañía, consultaron con los empleados e inesperadamente oyeron muchos elogios hacia Geely, lo que ayudó a cambiar sus puntos de vista.

Posteriormente, las delegaciones del sindicato y de los medios suecos hicieron un viaje especial a China para visitar a Geely y su base de producción. La inspección les dejó una buena impresión.

En el curso de las negociaciones de dos años, Geely también envió representantes al sindicato varias veces. Abordaron directamente las preocupaciones y los derechos e intereses legítimos del sindicato. Esto también ayudó a disipar las inquietudes de los trabajadores.

El presidente del sindicato, Glenn Bergström, que ha estado en Volvo por más de 30 años, dijo con franqueza que inicialmente el sindicato estaba lleno de preocupaciones y se oponía a la adquisición. Pero después de repetidas comunicaciones y de los testimonios de testigos, los temores y la resistencia disminuyeron lentamente. Al final, votaron a favor la adquisición.

Impresionar al sindicato fue el primer paso hacia la integración de Volvo y el comienzo de la historia de su resurrección.

La sabiduría oriental inyecta nueva vitalidad

Cómo ajustar la estructura de gestión fue otro tema clave.

En el pasado, Volvo no tenía mucho que decir en la toma de decisiones por su propio desarrollo, lo que frenaba el entusiasmo de la gerencia y ralentizaba su avance.

Era esencial otorgarle a la gerencia plena autoridad e incentivos.

Después de la adquisición de Volvo, Geely decidió implementar una gestión localizada y reconstruir la Junta Directiva de Volvo de acuerdo con la estructura jerárquica de gerencia en tres niveles: la junta de accionistas, la junta directiva y el manejo operacional. La nueva junta directiva estaba compuesta por 13 directores de China, Suecia, Austria, Dinamarca, Alemania y otros países relacionados con automóviles, logística, gestión financiera y otros campos. Fue una combinación de talento internacional y talento local sueco, lo que resultó en una junta directiva global.

Volvo recibió carta blanca en sus operaciones. La sede de la empresa todavía se encuentra en Gotemburgo y ha conservado todas sus fábricas, centros de I+D y redes de ventas. Bergström cree que la nueva estructura administrativa le otorga a la gerencia de Volvo un gran mandato para tomar decisiones de manera independiente. El alcance de la autorización se ajusta anualmente en función de los resultados operativos.

Además, Geely proporciona a Volvo asesoramiento y apoyo en materia de financiación, talento, infraestructura y gestión logística. Hoy en día, Volvo tiene más de 43.000 empleados en todo el mundo y ha establecido una extensa red de ventas y servicio. En 2018, vendió 642.000 automóviles, mejorando nuevamente los registros de ventas.

Así es como la empresa automotriz veterana comenzó su viaje de resurgimiento paso a paso.

Cooperación integral

La adquisición de Volvo Cars fortaleció significativamente la ventaja de escala de Geely. Como resultado, Volvo Cars puede controlar sus costos de compra de manera más eficiente.

En la década siguiente a la adquisición, Volvo Cars pasó de ser un fabricante de automóviles establecido en Suecia a una compañía global en el sentido real. Hoy en día, ha establecido sistemas comerciales e industriales completos en Europa, Asia-Pacífico con China como centro y en los mercados de América con Estados Unidos como núcleo. Ha hecho realidad la integración eficiente y la asignación de recursos en todo el mundo y ha aumentado notablemente su competitividad en un entorno de comercio internacional volátil.


La arquitectura modular compacta de Geely-Volvo

Con el pleno apoyo de Zhejiang Geely Holding Group, Volvo Cars ha invertido 11 mil millones de dólares en investigación y desarrollo de tecnologías clave como la Arquitectura Escalable de Producto (SPA). Esta se ha convertido en uno de los mayores proyectos de inversión industrial en la historia de Suecia.

La cooperación produce resultados mutuamente beneficiosos. Tras el desarrollo de SPA, la Arquitectura Modular Compacta (CMA) es una nueva plataforma desarrollada conjuntamente por Volvo Cars y Geely, con la primera como protagonista. La plataforma expone completamente la colaboración y cooperación tecnológica instituida después de la adquisición de Volvo Cars por Geely. Basándose en CMA, Volvo ha desarrollado un nuevo modelo de automóvil, el XC40, fabricado en su planta de Gante en Bélgica y en otras fábricas.

La planta comenzó a construirse en 1965. Se encuentra a unos 60 kilómetros al noroeste de Bruselas. La crisis financiera mundial de 2008 sumió a la industria automotriz belga en una grave crisis con el 50 por ciento de los empleos en la industria de ensamblaje automotriz perdidos. Se desencadenó una crisis de despidos en la fábrica de Gante de Volvo. La adquisición de Geely hizo posible que la fábrica saliera de la sombra de estos problemas.

Hoy el número de empleados aumentó de 4.000 al momento de la adquisición a casi 6.500, y también se crearon 20.000 empleos locales indirectos. La planta se ha convertido en uno de los mayores empleadores en la provincia de Flandes Oriental de Bélgica. Además de impulsar la economía local y el empleo, la planta de Gante proporciona experiencia gerencial y soporte tecnológico para la industria automotriz china. En los últimos tres años, un total de 200 empleados chinos de Volvo Cars fueron a la fábrica para recibir capacitación. La fábrica también envía regularmente expertos a las plantas en Daqing, Chengdu y Zhangjiakou para ofrecer orientación tecnológica.

En la sinergia e integración de Geely y Volvo, la industria automotriz centenaria de la civilización occidental y la cultura oriental se influyen mutuamente, creando entendimiento e inclusión. Ha hecho que la gente vea con optimismo la cooperación de beneficio mutuo entre las empresas chinas y europeas, que crecerán juntas y harán realidad sus sueños en la industria automotriz.


La planta de Volvo en Gante, Bélgica

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Reseña del proyecto

El Grupo Volvo es uno de los principales fabricantes de sistemas de transmisión para camiones, autobuses, equipos de construcción y aplicaciones marinas e industriales. En 1999, vendió su negocio de automóviles a Ford Motor Company. En 2008, afectado por la crisis financiera, Ford vendió varios de sus modelos de automóviles.

En 2010, el Grupo Zhejiang Geely Holding adquirió oficialmente Volvo Cars de Ford, obteniendo una participación del 100 por ciento en la empresa.

Desde la adquisición, la estructura organizativa de Volvo se ha ajustado y se ha formulado una estrategia de desarrollo clara y orientada hacia el futuro. La compañía ha desarrollado arquitecturas de plataforma líderes en la industria, ha mejorado la planificación y desarrollo de sus productos, ha ampliado su plan estratégico global y ha logrado un rápido crecimiento.

Actualmente, Volvo tiene más de 43.000 empleados en todo el mundo y más de 2.400 puntos de venta y servicio en más de 100 países. En 2018, Volvo vendió 642.000 automóviles, estableciendo un nuevo récord mundial de ventas por cinco años consecutivos.