Sunmaker, creando futuro

Autores: Ren Feifan (China) y Aiayo Fiona (Uganda)

En el área urbana de Kampala, la capital de Uganda, un flamante edificio rojo y blanco de dos pisos sobresale en el suelo de tierra amarilla. Grupos de jóvenes en impecables uniformes, cascos blancos de seguridad y botas negras, entran a paso ligero en el edificio. Aquí queda el centro de capacitación fundado por cuatro jóvenes chinos que no superan los 30 años: el Instituto de Capacitación de Gas y Petróleo Sunmaker (en adelante abreviado Sunmaker).

Establecido en 2017, el instituto ha capacitado a más de 2.000 profesionales para Uganda. El instituto no solo cuenta con equipos excepcionales, sino que también ofrece capacitaciones en habilidades, seguridad, teoría y administración para el sector de la industria del petróleo y el gas. Sus cursos son muy bien recibidos por las personas locales y han contribuido activamente a mejorar las habilidades técnicas de los jóvenes africanos.

Un instituto que cambia vidas

Sam, de 26 años, es graduado de Sunmaker y ahora es propietario de un taller de soldadura con cinco empleados. Su taller produce docenas de tipos de productos, que incluyen principalmente camas de hierro, ventanas, puertas y barandas. Aunque el salario mensual promedio local es de aproximadamente 400.000 chelines ugandeses, Sam tiene un ingreso mensual de 3 millones de chelines (alrededor de 810 dólares estadounidenses). En comparación con los jóvenes locales que no pueden encontrar un trabajo (que representan del 60% al 70% del número total de jóvenes), Sam ya va en camino a una vida próspera.

El hecho de que Sam haya alcanzado tales logros es posible gracias a su capacitación en Sunmaker. Al comienzo, llegó con prevenciones. ¿Qué tipo de escuela es esta? ¿Qué puedo aprender aquí? ¿Será que puedo acostumbrarme a los métodos de enseñanza de los instructores chinos? Luego de que comenzó la formación, sus dudas fueron disipadas y reemplazadas por nuevas ganancias y sorpresas cada día.

Para que los alumnos aprendan las más avanzadas técnicas de soldadura, el instituto invita a los mejores instructores de soldadura de China, quienes además cuentan con intérpretes profesionales contratados por el instituto, con el fin de garantizar que los alumnos comprendan perfectamente el contenido de las clases.

En el sitio de formación práctica de soldadura, Sam quedó aún más impresionado, pues el instituto les proporcionaba abundantes varillas de soldadura para que practicaran. Hay que tener en cuenta que estas varillas para soldadura son básicamente productos importados, de modo que su costo es sumamente alto. Otros centros vocacionales generalmente proporcionan solo unas pocas de ellas con las que los estudiantes deben entrenar durante seis meses. Sin embargo, parecía que Sunmaker ignoraba los costos con tal de garantizar que los alumnos realizaran sus prácticas adecuadamente.


El profesor con sus aprendices en una clase internacional de capacitación en soldadura

Todas las mañanas, los instructores enviaban los materiales de estudio a los alumnos, los organizaban en grupos de tres para que comenzaran a practicar y luego les brindaban orientación personalizada. Una vez completadas las tareas de capacitación práctica, los profesores convocaban a todos los alumnos para proporcionarles orientaciones generales sobre problemas comunes. Este tipo de capacitación y dicho método de enseñanza son bastante intensivos, compactos y altamente efectivos. De este modo, la técnica de soldadura de Sam mejoró gradualmente. Después del programa, obtuvo con éxito un certificado de soldadura manual emitido por la Sociedad Americana de Soldadura, algo inimaginable para Sam en otro tiempo.

Después de graduarse de Sunmaker, Sam descubrió que la calidad de los productos de soldadura civil en el mercado no era muy alta, y que las piezas se deterioraban con frecuencia. Gradualmente concibió la idea de iniciar su propio negocio. Juntó dinero prestado de familiares y amigos para comprar una máquina de soldar decente y comenzó su propio viaje empresarial. Confiando en las excelentes y sólidas habilidades aprendidas en Sunmaker, poco a poco construyó una buena reputación para finalmente alcanzar la prosperidad de hoy en día.

Ahora, Sam a menudo rememora la época en que estudiaba en Sunmaker, pues siente que fue un momento que cambió su vida. En solo tres meses pasó de no tener planes para su futuro a tener un rumbo y metas fijas, volviendo más claro su porvenir. “Planeo tener 20 empleados en uno o dos años”. Este es el plan de Sam para el futuro cercano. Cada vez que habla de este propósito, revela una confianza en sí mismo que se contagia a las personas que lo rodean.

Al igual que Sam, sus compañeros de clase también se han beneficiado de los programas de capacitación de Sunmaker. Después de la graduación, la tasa de empleo de los alumnos fue del 100%, mucho más alta que la tasa esperada del 30%, y sus salarios eran dos o tres veces mayores que los de otros soldadores locales. De los 30 estudiantes, 14 fueron contratados por empresas chinas en Uganda, 12 fueron a empresas locales de Uganda, dos se convirtieron en instructores y dos comenzaron sus propios negocios.

Las vidas de Vicente y Julius, compañeros de clase de Sam, también experimentaron giros positivos gracias a la capacitación. Después de que completó el programa, Vicente participó en la primera Competencia de Habilidades de Uganda organizada por el Ministerio de Educación y Deportes de Uganda y ganó el primer lugar en el grupo de soldadura. Por su parte, Julius participó en la Primera Competencia de Habilidades de África organizada por WorldSkills representando a Uganda, y ganó el segundo lugar en el grupo de soldadura.

Erigiendo puentes entre trabajadores y empresas

En los últimos años, el boyante desarrollo de proyectos de infraestructura en África ha creado una fuerte demanda de personal técnico competente. Sin embargo, los trabajadores calificados locales representan solo el 0,5 por ciento de la población local. Por un lado, una gran cantidad de jóvenes en África están desempleados y, por otro lado, es difícil para las empresas contratar trabajadores capacitados. El desarrollo de África requiere con urgencia formación profesional de alta calidad.

En 2017, el equipo de la entonces empresa emergente Sunmaker pisó el continente africano para realizar estudios y sondeos, y resolvió echar raíces en África para lanzar sus programas de capacitación. Después de un exhaustivo examen de las condiciones en varios países de la región, finalmente Uganda fue seleccionada como su primera parada en África.


Un instructor explica a sus alumnos habilidades de soldadura en el programa de capacitación para la empresa Victoria

En Uganda existían muy pocos institutos vocacionales. Los únicos que había no contaban con equipos suficientes o con instructores apropiados. Muchas máquinas donadas por programas de ayuda internacional descansaban en un rincón, arrumadas y llenas de polvo. Algunas incluso no se habían desempacado después de varios años, y mucho menos se habían usado para capacitar a los estudiantes.

Sunmaker satisface efectivamente la demanda de personal técnico de Uganda. Poco después de que se construyera el instituto, una empresa local especializada en la producción de estructuras de alumbrado público acudió a ellos.

La compañía se llama “Victoria” y produce principalmente soportes soldados para farolas. Aunque fue fundada hace muchos años, debido a su tecnología relativamente atrasada, su línea de productos se había mantenido relativamente simple y su desarrollo comparativamente lento. Necesitaba con urgencia mejorar las habilidades de soldadura de sus empleados para producir más productos de alta calidad y aprovechar la oportunidad del rápido crecimiento económico de Uganda, con el fin de conquistar el mercado lo antes posible.

La persona a cargo de la compañía manifestó: “Aunque Sunmaker es un instituto nuevo, tiene un profesorado sólido y equipos avanzados. Realmente aprecio su filosofía de enseñanza, que combina la teoría y la práctica. Después de visitar varias escuelas vocacionales, elegí a Sunmaker sin dudarlo. Espero que la capacitación mejore las habilidades de soldadura de los empleados y que siente las bases para la diversificación de productos y la expansión del mercado de la empresa”.

Después de comprender a profundidad la situación técnica de la compañía, Sunmaker diseñó un plan de capacitación general para sus empleados, que incluía un programa especial de capacitación individual. El programa de formación de tres meses mejoró enormemente las habilidades de los 16 soldadores de la empresa. Cada uno pasó de soldar tres soportes de farolas al día, a soldar 10 al día, y el valor de producción mensual aumentó en un 60%. La línea de productos de la compañía también se expandió desde solo soportes de farolas hasta tuberías de gran tamaño y recipientes herméticos.

En la actualidad, Sunmaker tiene firmados memorandos con numerosas empresas locales de Uganda, con la intención de cooperar en la formación de talentos. Además, ha alcanzado acuerdos preliminares con el Ministerio de Educación y Deportes de Uganda y la Universidad del Petróleo de China, para construir conjuntamente el Centro de Capacitación en Habilidades Técnicas del Petróleo de África Oriental.

El instituto es una familia

Edith es un nombre que siempre está en boca de los alumnos de Sunmaker. Cada vez que mencionan a Edith no pueden evitar levantar sus pulgares. “Aquí, nuestras ganancias no solo han sido el desarrollo de nuestras habilidades, sino también la calidez de una familia”. Esta es la frase que escribió un estudiante en el libro de recuerdos de la graduación. Luego, en un espacio en blanco, escribió “Edith” y dibujó corazones a su alrededor.

Edith es una empleada local de Sunmaker y es responsable del funcionamiento interno de todo el programa de capacitación, que incluye la planeación de los cursos, la coordinación de los instructores, el alojamiento de los estudiantes y la calidad del servicio de comidas. Aunque se mantenía atareada todos los días, Edith siempre terminaba sus tareas asignadas con una sonrisa.


El Instituto de Capacitación de Gas y Petróleo Sunmaker en Uganda

Sin embargo, a principios de 2019, Edith dejó de sonreír. Su madre fue diagnosticada con cáncer y fue hospitalizada. Los gastos médicos representaban sin duda una enorme suma para una joven que acababa de comenzar a trabajar. La carga de la vida que pesaba sobre esta muchacha recién integrada a la sociedad se reflejaba cada día en sus agobiados ojos. Después de enterarse de su situación, la escuela no solo a menudo le daba ánimos, sino que también en silencio le ayudaba a pagar el tratamiento de su madre. Finalmente, la madre de Edith dejó este mundo debido al deterioro de su condición. El instituto mostró compresión y simpatía con ella, de modo que todos los días invitaba a empleados locales a que la acompañaran y la reconfortaran. Con el tiempo, Edith se levantó de la aflicción y tristeza, y adquirió una nueva esperanza de vida.

Ahora, Edith trabaja con una actitud más positiva y aplicó a un programa de posgrado de medio tiempo en la Universidad de Makerere, que abrirá nuevas puertas para su futuro. Ella suele decir con orgullo: “Sunmaker es mi familia. Aquí están mis seres más queridos”.

En la gran familia de Sunmaker, innumerables jóvenes comienzan a trazar el comienzo de una vida más maravillosa. Algunos se han convertido en profesores principales después de haber sido estudiantes universitarios sin experiencia docente, otros han pasado de ser aseadores comunes a ser competentes gerentes administrativos...

“Utilizar la energía del conocimiento para desarrollar energía material y crear un nuevo ‘sol’” es el objetivo del Instituto de Capacitación de Gas & Petróleo Sunmaker. Un grupo jóvenes empresarios chinos, con infinito entusiasmo, esparce su lozanía y sudor en África, y se aventura hacia un nuevo mundo junto a los jóvenes ugandeses. Se puede afirmar que el modelo emprendedor de Sunmaker de educación vocacional en el extranjero ha forjado su propia senda, lo cual significa que la cooperación ente China y África se orienta hacia un camino de desarrollo más diversificado y más profundo.

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Reseña del proyecto

El Instituto de Capacitación de Gas y Petróleo Sunmaker fue fundado por cuatro doctores de la Universidad de Beijing, la Universidad de Economía y Comercio Internacional y la Universidad del Petróleo de China. Mediante el impulso de las habilidades técnicas de los jóvenes africanos, el instituto está consagrado al fortalecimiento del desarrollo endógeno de África, al cambio de la estructura de recursos humanos del continente y de este modo mejorar las capacidades de los países africanos para desarrollarse de manera independiente. Actualmente, el instituto tiene su sede en Uganda, además de oficinas en Kenia, Tanzania, Etiopía, Nigeria y otros países.

El Instituto ocupa un área de 1,4 hectáreas y su construcción se completó en junio de 2018. Cuenta con áreas para la capacitación, áreas de alojamiento y áreas de oficinas, que pueden acomodar simultáneamente a 600 personas en clases y 200 personas hospedadas. En la actualidad, el instituto ofrece cursos principalmente en cuatro campos: operación y habilidades técnicas, ingeniería de petróleos, administración, y sistema de gestión QHSE (calidad, salud, seguridad y medio ambiente). Se han completado un total de 28 programas de capacitación y se ha formado a más de 2.000 personas.