El renacimiento de una acería serbia

Autores: Hu Yifeng (China) y Bojana Stokic (Serbia)

En la ciudad industrial de Smederevo, al noreste de Serbia, los sueños y aspiraciones de vida de muchas personas comienzan en una antigua y tradicional fábrica de acero.

Durante su apogeo, la Acería Smederevo, fundada en 1913, empleaba a más de 5.000 trabajadores, contribuyendo con el 40% de los ingresos financieros de la ciudad. Además, los más de 1.600 proveedores locales indirectamente proporcionaban más de 16.000 empleos. Son muchas las familias que han trabajado en esta acería por generaciones.

Cuando se entra por la puerta de la fábrica, el visitante es recibido con el lema: “El orgullo de Serbia” pintado en la pared exterior. La acería es el sustento vital económico de la ciudad. Su vida o muerte determina el auge o la ruina de la ciudad. Para los residentes de Smederevo, la acería representa una “fábrica de sueños”, cuyos altibajos en los últimos años han impreso en sus memorias recuerdos inolvidables.

Las angustias de Miro ya se disiparon

Miroslav Radanovich, apodado Miro, se unió a la fábrica 15 hace años. En aquel momento, a la acería no le estaba yendo mal, pues una compañía extranjera recién la había adquirido por 23 millones de dólares. Miro creía que vinculado a una empresa tan grande tendría un trabajo estable, de modo que dejó volar su imaginación pensando en la feliz vida que disfrutaría algún día y compró un terreno, planeando construir una casa donde comenzaría una familia.

Pero luego vino la crisis financiera de 2008 y la infortunada la acería comenzó a decaer rápidamente. Las órdenes comenzaron a declinar y la planta comenzó a perder dinero año tras año. Finalmente solo un alto horno permaneció en operación, apenas manteniendo la producción de la acería. La vida se tornaba más y más difícil y los trabajadores pasaban sus días preocupados por ellos mismos y por sus familias. No veían muchas esperanzas.

En 2012, la situación empeoró cuando la compañía extranjera anunció su retirada. El gobierno serbio recobró la propiedad de la acería por un dólar y comenzó a buscar nuevos inversores mientras mantenía la planta en operación.

Aunque la producción se reanudó, debido a los equipos obsoletos, entre otros factores, durante varios años su rendimiento permaneció inferior a un tercio de la capacidad de diseño. Además, el único producto que fabricaba la planta tenía un bajo valor agregado, de modo que las pérdidas aumentaron a por lo menos 120 millones de euros al año. Para mantener la planta funcionando, las autoridades tuvieron que recortar costos y redujeron dos veces los salarios de los trabajadores. Los empleados sabían que estas medidas eran inevitables y nos les quedaba más remedio que aceptarlas resignados, de modo que sus vidas seguían siendo sumamente difíciles.

El salario de Miro también fue recortado y además no se pagaba a tiempo. El banco que había aceptado otorgarle un préstamo cambió de opinión. Aunque había logrado construir una casa, estaba vacía, ya que no tenía dinero para amueblarla. Para entonces ya llevaba nueve años de casado; sin embargo debido al inmenso estrés, no se atrevía a tomar la decisión de tener un hijo con su esposa. Sus sueños se desvanecían uno por uno.

El punto de inflexión llegó en abril de 2016, cuando el Grupo HBIS, el mayor productor de acero de China, firmó un acuerdo con el gobierno serbio para adquirir la Acería Smederevo por 46 millones de euros. La planta pasó a llamarse HBIS Serbia. En el segundo mes después de la adquisición, la compañía ofreció a todos los empleados un bono para aumentar su moral. La vida de Miro recobró una nueva esperanza.


Miro con su esposa e hija

A finales de 2016, después de bastante trabajo duro, la planta siderúrgica que había tenido pérdidas durante siete años consecutivos mejoró significativamente y tanto la producción como las ventas alcanzaron su nivel más alto desde 2010. El cambio de rumbo se logró en solo ocho meses.

Esta vez, la solicitud de Miro de un préstamo bancario para arreglar su casa fue exitosa y en mayo de 2017 nació su hija. A medida que las pérdidas de la acería desaparecieron, las preocupaciones de Miro también se desvanecieron. Hoy, sus sueños se están haciendo realidad uno por uno.

Un momento inolvidable

Cuando mira por la ventana desde su oficina en la planta siderúrgica, Maria Petric puede ver el frondoso césped verde con el letrero “HBIS Serbia” y un poco más lejos, el Danubio fluyendo, un símbolo de la vida de la nación serbia.

Sin embargo, Maria cuenta que para ella, la mejor “vista” es la que ha descargado de internet en su computador de escritorio. Cada vez que atiende a invitados importantes, les relata la historia de la preciosa fotografía.

Dos meses después de que se estableciera HBIS Serbia, una delegación china de alto nivel visitó la acería. Los habitantes de Smederevo le ofrecieron un entusiasta saludo y en la planta la delegación fue recibida con una cálida bienvenida. El entonces presidente y el entonces primer ministro de Serbia los esperaban en la puerta de la fábrica mientras los trabajadores y sus familias aguardaban ansiosos formando hileras por las calles.


Técnicos prueban placas de acero terminadas

Maria también narra a los visitantes otros pequeños detalles. Las banderitas rojas con cinco estrellas, la bandera nacional de China, que ondearon los trabajadores para dar la bienvenida a la delegación, han sido conservadas por ellos como recuerdos que se muestran con orgullo en las máquinas. “Esta es una forma de manifestar nuestros sentimientos de amistad hacia China”, dijo Maria.

“Todos estamos satisfechos con la operación de la planta siderúrgica después de la adquisición de HBIS. Tanto los salarios y la moral de los trabajadores como las exportaciones han mejorado”.

En efecto, muchos otros trabajadores comparten su punto de vista. Expresan con entusiasmo que con la llegada de los amigos chinos, la planta ha mejorado y ahora están llenos de optimismo hacia el futuro.

“¡Es nuestro orgullo y un honor que los principales líderes chinos hayan visitado nuestra planta!”, comentó Golan Simich, quien ha trabajado en la planta siderúrgica por más de 20 años. “Tengo dos hijos y espero que ambos puedan trabajar en la fábrica algún día.”

Su deseo puede hacerse realidad. Muchos de los nuevos empleados de HBIS Serbia son la segunda generación de trabajadores del acero. Del total de más de 5.000 trabajadores, solo nueve son de China. Además algunos empleados serbios se han convertido en ejecutivos de la compañía.


Empleados serbios muestran su credencial honoraria por supervisión de seguridad

Hoy en día, el espacioso taller de laminación en caliente de la acería se llena con el bullicio de las máquinas a medida que las placas de acero salen de la línea de producción en rápida sucesión. Después de superar sus vicisitudes, gracias a la cooperación con China, la Acería Smederevo ha nacido de nuevo, abriendo un nuevo capítulo en su historia.

Una “fábrica de sueños” dinámica

Una fábrica boyante, una ciudad floreciente. La adquisición por parte de HBIS no solo ha revitalizado la planta siderúrgica, sino que también ha llevado a la prosperidad de la ciudad.

“Cuando la planta estaba en su punto más bajo, todos los días se presentaban todo tipo de problemas y no sabíamos si al día siguiente aun tendríamos nuestro trabajo”, dice Vladimir Illich, otro trabajador. “Estamos contentos de que la compañía china haya aumentado su inversión y fortalecido la administración, lo que ha mejorado la eficiencia y rentabilidad. Mis ingresos han aumentado en un 30 por ciento, y nos sentimos confiados acerca del futuro.”

En el pasado, los hijos de Paita Vaskov se encontraban desempleados. Pero con la reactivación de la acería, la industria de servicios de la ciudad se ha revitalizado y todos han encontrado trabajo. “HBIS cambió el destino de mi familia”, dijo Vaskov.

Para impulsar la economía local, HBIS Serbia alienta a los contratistas y proveedores locales a participar en las licitaciones para los principales proyectos de inversión, reparación y reconstrucción, dando prioridad a las empresas locales en las mismas condiciones. También ha establecido alianzas estratégicas de largo plazo con muchas empresas locales.


Productos de HBIS Serbia

En 2018, HBIS Serbia produjo 1,769 millones de toneladas de acero y obtuvo ingresos por ventas de 1.060 millones de dólares. El renacimiento de la acería ha tenido un impacto muy positivo en la economía y sociedad locales, dándole una nueva vitalidad a esta antigua ciudad.

Los días 1 y 15 de cada mes, cuando se paga a los trabajadores con puntualidad mecánica, estos se despiden unos de otros diciéndose “¡Nos vemos en el supermercado mañana!”. Con un ingreso creciente y estable, los residentes de la ciudad han encontrado una nueva confianza para planificar su futuro. Con la reactivación de la planta siderúrgica, la educación local, la salud, los servicios de transporte y otros aspectos de su calidad de vida han mejorado significativamente gracias a una mayor asignación fiscal. El otro cambio significativo es que Smederevo ahora ocupa el primer lugar en Serbia en cuanto a tasa de natalidad.

Los bebés recién nacidos traen esperanza para el futuro. La acería renacida ha aumentado la confianza y la fuerza de Smederevo, haciéndola resurgir y prosperar. Como dice un proverbio serbio: “Prijatelj je plod vremena (Los amigos son el fruto del tiempo)”. En efecto, el tiempo dará testimonio de la amistad entre los dos países que se han unido para crear un futuro mejor para la “fábrica de sueños”.

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Reseña del proyecto

En abril de 2016, el Grupo HBIS firmó un acuerdo de adquisición con la Acería Smederevo de Serbia para establecer HBIS Serbia, que retuvo a los 5.000 trabajadores de la planta.

HBIS Serbia ha usado su tecnología, capacidad de gestión, mercadeo y otras ventajas para ajustar y optimizar la planificación estratégica, el control organizacional y la asignación de recursos. También ha utilizado su pericia y experiencia para realizar inversiones de capital y garantizar el control de costos y la prevención y control de riesgos. En menos de un año, la acería, que había operado a pérdida durante siete años, experimentó una transformación y su competitividad mejoró de manera integral. La empresa sigue el principio de “localización en empleo, beneficio y cultura”.

En los últimos tres años, HBIS Serbia ha invertido cerca de 200 millones de dólares en transformación tecnológica a gran escala. Con su nivel técnico en conjunto mejorado significativamente, la fábrica ha establecido una serie de récords de producción. Ha abierto un nuevo capítulo en la cooperación entre China y Serbia en materia de capacidad de producción y ha contribuido a la tradicional amistad entre China y Serbia.